Pocos interrogantes son tan familiares, cotidianos y lacerantes como la pregunta: “¿Por qué no reacciona el venezolano?” No hay ambiente social donde al inicio o final de la conversación, no se haga la pregunta y, para evadir la humillación que genera sentirse aludido, la plantea en tercera persona. A la mente le es más fácil […]
↧